Caso 1: Miembro
de un grupo de 4 que no aporta nada y “todo le parece bien”. ¿Tutor? ¿Asesor
responsable?
En este caso,
actuaría por doble vía: por un lado, en el foro general del grupo, durante todo
el proceso, habría estado animando a la participación de todos sus miembros,
animando a colaborar al miembro “desaparecido” y motivando a los que ya están
en activo. Una vez terminada la actividad, viendo que dicho miembro no ha
participado lo suficiente y no ha aportado nada al grupo, lo haría evidente en
un comentario del tipo:
“Gracias a todos
por vuestra participación en este taller. La colaboración entre la mayor parte
de los miembros del equipo ha sido óptima, aunque siempre estáis los que
dedicáis más tiempo y esfuerzo a que estas tareas salgan adelante”
El hecho de que
unos miembros trabajen más que otros es una realidad, por lo tanto estaría
dentro de lo que se puede esperar de un curso. No veo la necesidad de tener que
avistar al asesor responsable.
Caso 2:
Recopilación de materiales en proyecto común y falta de consenso. Intervención
de tutor y pasos para llegar a consenso.
La falta de
consenso es muy común en la elaboración de una tarea conjunta. En principio,
siempre surgirá el conflicto de ¿qué, cómo y cuándo? Y cada uno de los miembros
tendrá una idea diferente en mente. Viendo que es una situación normal, como
tutora, no intervendría. Si ya veo que el tiempo se les echa encima y no están
llegando a conclusiones, sí empezaría a intervenir en su foro.
Asimismo,
animaría a tomar decisiones por “la vía del medio”, es decir, que si hay varias
opciones propuestas, se intente hacer un refrito de ideas y se elabore un
proyecto con un poquito de cada uno. Normalmente, suele haber un miembro que
siempre va a liderar el proyecto. Animar a los demás a dejarse guiar si la situación
lo requiere y la fecha de entrega queda demasiado cerca. En caso de haber
varios líderes, pues optaría por animarles a ser prácticos y decantarse por un
procedimiento concreto, dado que su tiempo se acaba.
Caso 3: Crítica
desmedida a creadores, tutor y CRIF. Tutor no interviene, informa a asesor del
curso.
En este caso,
entiendo que ambos: tutor y asesor deberían intervenir. Si la disconformidad
del miembro del equipo que se ha quejado es algo que yo como tutora pueda
tratar, hablaría con dicho alumno por mensajería privada, para calmar los
ánimos e intentar ayudar a esta persona en la medida de lo posible para que su
percepción de CRIF, del curso y de sus compañeros fuese más positiva.
Si después de mi
intervención, se me escapase de las manos y no atendiese a razón,
obstaculizando el desarrollo del curso en el grupo y generando actitudes
negativas, lo pondría en conocimiento del asesor.
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